Para jugar a cualquier juego tienes que empezar
Hay frases que merecen ser tatuadas, bordadas en un cojín o, como mínimo, pegadas con imán en la nevera. Esta es una de ellas:
“Para jugar a cualquier juego tienes que empezar.
Para ganar tienes que seguir jugando.
Y si quieres que tus sueños se hagan realidad, prepárate para una partida larga.”
Sí, lo sé. Ojalá todo funcionara como Amazon Prime: 24 horas y resultados garantizados.
Pero la vida, y mucho menos el emprendimiento, no tiene devoluciones fáciles ni entregas exprés.
El problema de tirar la toalla demasiado pronto
Queremos cambios inmediatos.
👉 Una relación mejor con nuestros adolescentes (spoiler: no pasa en 2 conversaciones).
👉 Una pareja feliz y cómplice (tampoco lo arregla un reel de 30 segundos en Instagram sobre “los 3 secretos de las parejas felices”).
👉 Un negocio propio que funcione (y aquí sí que parece que la impaciencia se dispara: abrimos cuenta de Instagram, subimos 3 posts y… ¿dónde están los clientes?).
La realidad es que nos rendimos rápido. Muy rápido.
Y ojo, porque somos buenísimas para ponernos excusas:
- “Esto no es para mí.”
 - “Si tenía que pasar, pasaría.”
 - “Quizá no era el momento.”
 
Traducción: me bajé de la partida demasiado pronto.
Emprender es un juego largo (y no siempre divertido)
Emprender es como apuntarte a un maratón sin entrenar: al principio la ilusión te lleva, pero en el kilómetro 2  ya quieres pedir un taxi.
Y aquí es donde se ve quién aguanta la partida y quién no.
Porque el emprendimiento está lleno de fases:
- La fase “¡voy a petarlo!”: todo ilusión, ideas, ganas de comerse el mundo.
 - La fase “pero… ¿por qué nadie me compra?”: empiezan las dudas, la frustración y los “igual esto no es para mí”.
 - La fase “sigo jugando”: la menos glamurosa, pero la que marca la diferencia. Aquí es donde pruebas, fallas, corriges, vuelves a probar.
 
Y sí, vas a fallar.
Vas a lanzar cosas que no funcionen.
Vas a invertir tiempo y energía en ideas que se caigan por su propio peso.
La cuestión no es si vas a fallar.
La cuestión es si te vas a quedar en el juego lo suficiente como para aprender de cada caída.
El poder de los 5 segundos
En el club de lectura de Womleaders estamos leyendo sobre el poder de los 5 segundos.
Ese instante en el que decides:
- Dar un paso adelante en vez de quedarte callada.
 - Subir ese post aunque te dé miedo que no guste.
 - Decir que sí a un proyecto aunque no tengas todo bajo control.
 
Esos 5 segundos pueden cambiarlo todo. Pero, ojo, no son mágicos.
El verdadero poder está en lo que viene después: seguir jugando.
Y ahora te pregunto a ti
👉 ¿En qué parte de tu vida no estás teniendo esa visión de juego?
👉 ¿Dónde te bajaste demasiado pronto, sin darte la oportunidad de seguir jugando un rato más?
Quizá fue un negocio.
Quizá una relación.
Quizá contigo misma.
Sea lo que sea, aquí tienes un recordatorio: la partida es larga, pero solo puedes ganarla si decides seguir jugando.